En este artículo analizamos los muestreos que sobre población truchera realiza todos los años el Departamento de Medio Ambiente del Gobierno de Navarra por medio de la empresa Gestión Ambiental, Viveros y Repoblaciones de Navarra. El texto escrito en este artículo es una copia literal del apartado de dicho estudio titulado análisis global de la trucha en Navarra. Las figuras que se muestran has sido realizadas tomando los datos directamente de dicho estudio.
En la Figura 1 se representa la evolución anual de la densidad media de las poblaciones de trucha, así como sus fracciones de alevines, juveniles y adultos, para el conjunto de los ríos de la región Salmónicola de Navarra inventariados en el periodo 1992-2007.
La densidad media de las poblaciones de trucha para el conjunto de los tramos muestreados (60 puntos de muestreo) se ha estimado en 1635 truchas por hectárea en 2007. Este valor supone que, por primera vez desde el comienzo d los inventarios anuales, la población de truchas se encuentra por debajo del valor mínimo del rango considerado como normal o medio (2000-4000 truchas por hectárea). Ya en el año 2006 la densidad media estimada quedó cerca de dicho umbral, con un valor de 2116 truchas por hectárea, lo cual supuso un descenso del 31 % respecto a 2005. En este año 2007 la población de truchas ha vuelto a sufrir una más que significativa pérdida de efectivos en torno al 23% respecto al valor de 2006 con lo que el descenso acumulado en 2 años es del 47%. Con respecto al valor medio histórico interanual del periodo de control, la densidad de 2007 se encuentra un 52% por debajo de aquella.
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Figura 1.- Evolución general de la Población
La densidad promedio de alevines presente en los ríos trucheros de Navarra es de 756 alevines por hectárea, lo que supone un descenso cercano al 6% con respecto a 2006. Es esta una densidad baja por debajo del rango de valores que se consideran mínimos necesarios para el automantenimiento de las poblaciones (1000-2500 alevines por hectárea). El descenso de 2006 a 2007 puede que no parezca significativo pero es necesario recordar que en 2006 se experimento un descenso del 54% respecto a 2005. Con todo ello la densidad media estimada de alevines en 2007 se encuentra un 55% por debajo del valor medio histórico interanual del periodo de control y es valor mínimo jamás inventariado también.
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Figura 2.- Evolución de la densidad de alevines
La fracción juvenil de las poblaciones trucheras ha disminuido un 38 % con respecto al nivel del año anterior, y como resultado, nos encontramos que la densidad media para el conjunto de los tramos trucheros es de 698 juveniles por hectárea. Este acusado descenso respecto al año 2006 viene de la mano del enorme declive de alevines en 2006 respecto a 2005, comentado anteriormente. Aún así, la densidad media de juveniles entra dentro del rango considerado normal o medio (600-1200 juveniles por hectárea), pero sin embargo esta en torno a 50% por debajo de la densidad media interanual. También la densidad media de juveniles ha marcado un mínimo histórico desde que se realizan inventarios.
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Figura 3.- Evolución de la densidad de juveniles
Por su parte, la densidad promediada de truchas adultas en 2007 es de 181 ejemplares por hectárea, valor este por debajo del rango considerado medio o normal para las poblaciones de Navarra (200-400 adultos por hectárea). Este valor supone una pérdida de efectivos en torno al 3% con respecto al año anterior, y de un 36% respecto al promedio interanual, es también el valor mínimo jamás controlado.
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Figura 4.- Evolución de la densidad de adultos
En líneas generales el año 2007 ha sido incluso peor que el anterior, el cual ya marcó mínimos históricos para la dinámica de poblaciones trucheras en Navarra. Si bien en 2006 el descenso de las poblaciones fue principalmente debido al declive de las densidades de alevines, este año se ha visto reflejado en una más que significativa pérdida de efectivos juveniles. Además la densidad de alevines de este año ha sido similar, incluso ligeramente inferior, que en 2006, lo cual augura que la fracción juvenil pierda aun más efectivos para el año 2008. Con estos datos se puede pronosticar que el pronunciado descenso poblacional en la densidad de juveniles se vea reflejado en un parejo declive de la población adulta el año que viene. Periodos similares ya se han experimentado en Navarra, tal y como se puede observar en la Figura 1, pero nunca con niveles poblacionales tan bajos ya que 2007 ha marcado los mínimos históricos poblacionales en todas las fracciones de edad.
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Figura 5.- Tabla de datos generales
Por otro lado, solo los tramos de cabecera de algunas cuencas mantienen todavía poblaciones medias o fuertes de truchas mientras que en la mayoría de los cauces principales la situación de las densidades de truchas es precaria. Hay que tener en cuenta que desde el punto de vista del aprovechamiento por parte de la pesca recreativa son precisamente estos tramos, y no los cauces secundarios, los que dan mayores oportunidades a los pescadores y tienen mayor capacidad de acogida.
Por ello, en una hipotética recuperación futura que significase remontar la acusada tendencia regresiva que se observa en los últimos años necesitará, por un lado, que las condiciones ambientales fueran propicias para que se repitan varios años favorables para el reclutamiento y también para que las tasas de supervivencia en el paso de una clase de edad a la siguiente sean lo más elevadas posible, pero también que estas condiciones favorables puedan darse en la generalidad de las cuencas y tramos, y no únicamente en las cabeceras y pequeños ríos que todavía se mantienen en buen estado ecológico.
Estado de las Poblaciones de Trucha en Navarra. Año 2007
Fuente: Gobierno de Navarra y Gestión Ambiental, Viveros y Repoblaciones de Navarra